Fuera de la victoria que Sport Boys consiguió, ayer ante Real Potosí por 1-0 en Warnes, el protagonismo del cotejo se lo llevó el árbitro, Hostin Prado, quien dio paso a una polémica jugada casi al final del primer tiempo que terminó por sumar una nueva derrota del conjunto lila.
Sin duda, la controversia que se cierne sobre este partido es evidente, ya que la actuación de Prado fue determinante para que Sport Boys consiga el gol de la victoria a través de Wilder Medina (46´PT).
Si bien el equipo warneño empezó a tomarle el ritmo al partido poco a poco, la presión que tuvo en sus espaldas fue determinante para que sus ataques no fueran efectivos a la hora de convertir la primera conquista.
Por otro lado, Real Potosí también llevó algo de peligro al área rival porque supo aprovechar el nerviosismo de su rival que conforme al paso de los minutos iba en aumento.
A partir de los 20 minutos el Toro terminó por apoderarse del medio sector. Wilder Medina y Aldo Paniagua fueron los atacantes que importunaron al guardameta lila, Eder Jordan, pero dichas jugadas no pasaron de ser simples intentos que carecieron de efectividad.
Mientras que las equivocaciones hicieron mella en el ataque de Sport Boys, el equipo de la Villa Imperial esperó pacientemente para salir en contraataque.
Fue a los 46 minutos, cuando un jugador de Sport Boys cayó en el área rival víctima de una falta. En primera instancia el árbitro Prado pitó penal a favor del equipo local y señaló al punto donde se efectúa dicha pena. Pese a la determinación de Prado, la jugada no paró por lo que Wilder Medina aprovechó para marcar el primer tanto para los locales, hecho que fue convalidado por el árbitro ante el desconcierto de los defensores lilas que no comprendieron las determinaciones del réferi.
Así terminó el primer tiempo, con un gol controversial y con la expulsión del director técnico de Real Potosí, Oscar Sanz, que protestó airadamente por la decisión del cocochabambino Prado.
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