“Sobre llovido mojado”, ayer viernes fueron embargadas las oficinas del club Real Potosí debido a una deuda impositiva que supera el millón de bolivianos; este no es el único inconveniente que tienen los directivos del “lila”, quienes también siguen jalando el hilo para poder cumplir con las obligaciones administrativas que los tiene con una soga en el cuello. Pareciera que los problemas financieros en el club son de nunca acabar, porque mientras los directivos buscan algo de dinero para pagar sueldos, el Servicio de Impuestos Nacional (Sin) decidió descargar con todo la falta de cumplimiento de compromisos y dejar claro que las leyes están para cumplirlas.
El Sin informó que el club potosino mediante sus directivos debían realizar el pago de más de 33 mil dólares para que se pueda meter en el grupo de los que tienen un plan de pagos, pero ante la falta de recursos económicos esto no fue posible porque el monto que lograron sumar fue a parar a las planillas ya que los jugadores también exigieron que se les cancele sus sueldos. Las oficinas del club fueron alquiladas por los directivos mucho tiempo atrás, los personeros del Sin también precintaron los trofeos que estaban en exposición, ante este mal momento la dirigencia se dirigió a las autoridades de Impuestos Nacionales para “proponerles” un camino a seguir, con el fin de solucionar este problema.
Una de las propuestas es que el 20 por ciento de las recaudaciones que se registre cuando el equipo de Real Potosí juegue de local será destinada para el Sin, además piden que este ente designe a un fiscalizador para el control del ingreso que se registre, posición que seguramente será analizada.
Mientras tanto, en la semana que se va el equipo trabajo sin pausas con Oscar Sanz, quien busca consolidar el juego del plantel para que salga del último puesto de la tabla.
APG
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