lunes, 4 de abril de 2016

Real pierde y cae al fondo de la tabla

Real pagó caro la falta de efectividad. Pese a las opciones generadas en el arco rival, ayer el cuadro lila no pudo darle la puntada final y terminó perdiendo un partido que servía para sumar “seis puntos”.

Los yerros defensivos y la falta de certeza en la ofensiva le pasaron la factura al cuadro realista que con la derrota vuelve a caer al fondo de la tabla de posiciones con nueve unidades en diez encuentros.

El primer tanto llegó a los 14 segundos del primer tiempo mediante Gilbert Álvarez, mientras que para la visita anotaron Jeison Quiñones a los 35, y cerró la cuenta Diego Rivero, a los 94 minutos.

Real entró al campo de juego como un “ciclón” hambriento de sumar puntos. Esto se vio reflejado en el primer gol porque a los 14 segundos de comenzado el cotejo, el cuadro local ya ganaba a su rival.

Gilbert Álvarez aprovechó un rebote del arquero Iván Brun, quien no pudo contener el remate de Brolin Jordán.

Este tanto tempranero hacía prever que el lila podría romper la mala racha de no sumar de a tres, pero esto solo fue un espejismo porque entre más trascurrían los minutos el lila no podía ampliar la diferencia pese a las opciones que generaba hacia el arco de Petrolero.

Pasaban los minutos y el equipo yacuibeño empezó a adueñarse del esférico y gestó poco a poco llegadas hacia el arco de los locales.

Jeison Quiñones fue el más desequilibrante virtud a esto encontró en el minuto 35 su premio.

Como viene ocurriendo a lo largo del Clausura, una vez más una desatención en el fondo terminó por darles el empate a los visitantes.

En su afán de despejar un balón largo, Claudio Centurión trastabilló en la cobertura dejando mano a mano a Quiñones que ante el achique del arquero Henri Lapzcyk sacó un remate cruzado para decretar la igualdad.

En el complemento, Real Potosí se adueñó del trámite del cotejo, pero este fue intrascendente ya que no podía conseguir desnivelar el marcador.

Pasaban los minutos y Real aparte del rival tenía que lidiar con el tiempo que pasaba inexorablemente.

Los lilas volcaron toda su fuerza al ataque, pero sin darse cuenta que en el fondo se volvía más vulnerable. El partido llegaba a su final y parecía que se cerraba con un empate, pero la visita tenía preparada una nueva sorpresa para los locales.

Diego Rivero en un contragolpe letal conquistó el segundo tanto dejando fríos a los hinchas que abandonaron la cancha sin comprender el bajón el equipo.

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