Real Potosí recibe a Juventud y necesita mínimo un 3 a 0

Real Potosí necesita convertir como mínimo tres goles y no recibir ninguno (3-0) para clasificarse a la siguiente fase de la Copa Sudamericana, esta tarde (15.00) en el estadio Víctor Agustín Ugarte, donde recibirá al uruguayo Juventud de las Piedras en el partido de vuelta correspondiente a la primera fase. La obligación que tiene el equipo lila de ganar y golear se debe a la derrota sufrida la semana pasada en el estadio Luis Franzini, de Montevideo, donde el Juventud —debutante absoluto en torneos internacionales— se impuso por 4 a 1. Aparte de creer en sus condiciones futbolísticas, Real sustenta su esperanza de seguir en carrera también en su condición como dueño de casa y además en el temor de su rival —como les ocurre a la mayoría de los visitantes— de tener que jugar en la altitud, a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar. Es improbable que Juventud juegue de igual a igual, más bien se prevé que retrase sus líneas —como lo hizo Defensor Sporting ante Bolívar en La Paz— para tratar de cuidar la diferencia lograda en su casa, ante lo cual Real deberá estar lo más empeñado posible en generar un buen volumen de juego ofensivo y definir bien las jugadas con opción de gol. El tanto que convirtió como visitante Miguel Loaiza, de penal en los minutos de adición del partido jugado en Montevideo, acrecentó la chance de dar vuelta la historia, porque de haber terminado el partido 4 a 0 como estaba, el conjunto potosino hubiera necesitado hacer hoy cinco goles para pasar directamente y cuatro para forzar a los penales, sin recibir ninguno. Justamente ese es el cuidado que debe tener esta tarde, no recibir ningún gol en contra mientras esté con el afán de atacar, porque la meta en cuanto a cantidad de goles por convertir sería mucho más pesada. Real Potosí viene de tres derrotas consecutivas en la competición oficial, todas como visitante, dos por el torneo Apertura —frente a Wilstermann y Blooming— y una por la Copa Sudamericana. Mientras que Juventud debutó el domingo en el torneo doméstico de su país con una caída como local ante Danubio (0-2).